Asi me llamaron en estos días, mientras usaba una -aprovechando los días lluviosos, porque en otro caso sería absurdo vestirme con ellos en un clima tan caluroso- evocando aquella bailarina que nació para ir en contra de la corriente y revolucionar la danza sobre el escenario como se conocía hasta entonces.No fue una transición sistemática, no. Isadora simplemente se lanzó al escenario descalza, con el cabello suelto, envuelta en túnicas semitransparentes con movimientos inspirados en el andar natural de los cuerpos al caminar, al saltar y en las olas del mar.
A principios del siglo XX su osadía era bárbara, y como era de esperarse, en una sociedad acostumbrada a tutús y escenografías ostentosas además de estar plagada de moralismos -como si hubieran desaparecido- fueron muchos los rechazos, interrupciones, críticas y censuras que ella tuvo que soportar hasta convertirse en la persona que introdujo la danza moderna en la historia del mundo.
Su vida, fue quizá tan poco usual como lo expresaba su danza: su padre fue encarcelado siendo ella aun niña, se casó con un hombre 17 años más joven que luego se suicidó, decidió ser madre soltera de dos hijos que murieron ahogados, era bisexual...Y tan poco convencional fueron su vida personal y su arte, como la forma en que murió. "Je vais à l'amour" dijo justo antes de montarse en el vehículo que la llevó a la muerte cuando su hermosa y larga bufanda se enredó en las ruedas del mismo y la estranguló.
Famosa por danzar descalza y contra las expectativas del público, famosa por ser pionera de un estilo dancístico, famosa por su bufanda, a veces provoca ser tan deliberada, despreocupada, y simplemente bailar sin zapatillas, semidesnuda y contra a lo que todos esperan.
Pero comprobado: soy irremediablemente clásica.
No puedo alejarme de las puntas.
........ un corto video de la Duncan danzando ........