26 noviembre, 2008

Para ti, Valen.

Ayer respiré otro aire.
Hoy en la clase lo comprobé, es otro aire.
Todos los días, antes y durante la barra, repiro profundamente y seguido. Para mí, resulta una manera de calentar mis pulmones, mi corazón, mis músculos, mi mente y mi espíritu. Y darle ánimo a mi cuerpo para un nuevo día. Parece raro, pero me funciona.

Sin embargo, desde ayer me di cuenta que respiro otro aire. Valentina nació, y quizá sea por eso.

Me movió hasta algunas fibras desconocidas por mi, ver una criatura tan pequeña con la perfecta capacidad de repirar, sentir y amar. Las mismas que tenemos los adultos, las mismas que nos permiten precisamente eso que ella apenas empieza a experimentar: vivir.

Sea ella un regalo de Dios o de la Valen que de lejos nos mira, pero yo de verdad no puedo explicar con palabras la alegría que genera un ser humano tan delicado, diminuto y vulnerable.

Este es un complicado y hasta cochino mundo, pero bienvenida seas Valentina a éste, el que tambien es hermoso y sorprendente. Como la vida misma, como tú.

Desde hoy repiro nuevos aires, los que en estos días me han recordado la Valen que se fue y la Valen que llega. Gracias la una por haber existido, gracias la otra por ahora existir.
Ahora caliento mejor mi corazón y mis músculos, y así entrenar mejor mi alma.

paz.

12 noviembre, 2008

LLegó el Casca!

Es tarde, mi cuerpo esta cansado. La jornada agotadora, mis pies lo sienten, ellos sobre todo.
Pero debo escribir.

Aun no entiendo, cómo es que llegó el mes de noviembre, pero llegó, y el año (ya casi) acaba.
Recuerdo mi alegría el año pasado cuando para estas fechas ya ensayaba Cascanueces de Nebrada. Mi primer Casca en el BTC. Y lo viví con tal orgullo y faena, pues el diciembre anterior había decidido que allí estaría al año siguiente. Y allí estuve....y aquí estoy hoy.
Aun no puedo creer que ya ha pasado un año, de ese momento que dejó en mí un sabor dulzón de esos que te dejan con ganas de más; con unas ganas de querer seguir bailando y querer seguir disfrutándolo.

Este año, son nuevos roles, nuevos retos, más trabajo, y el mismo Cascanueces.
Ese ballet que llega justo cuando para los demás llega la navidad.

Y lo que además disfruto es que mientras para el colectivo esta época implica regalos, salidas, gastos, adornos, compras (nerviosas dicho sea de paso)... para mí quiere decir teatro, ensayos, Clarita, ensayos, ensayos, ensayos...

La navidad siempre la he disfrutado (mientras no me vea en la obligación de ir a un centro comercial) pero ahora la disfruto aun más, porque simplemente mi navidad es El Cascanueces.

Y aquí voy, a vivirlo felíz una vez más.

paz.