29 junio, 2008

Tratando de ser una willy

Después de algunas semanas de espera, por fin llegaron las cubanas. Era hora.
Un poco de preocupación me abordaba debido al descenso en el entrenamiento los últimos días, pero creo que ya estoy más que lista para este trabajo.
Mercedes Vergara y Ana Leyte son las maestras encargadas de montar Giselle, coreografía de Alicia Alonso, del Ballet Nacional de Cuba.

De verdad, no lo dudo: toda una experiencia.

Tres días de ensayo han pasado y todavía estamos en el proceso de montaje.
Hasta ahora, ensayos agradables y con una rica energía que transmite Mercedes (con Ana no he ensayado aun). Sin embargo, la necesidad de concentración debe ser plena porque cada detalle, cada movimiento, cada pensamiento debe ser introducido en el cuerpo para adaptarlo al estilo del ballet, como moldeando una plastilina de manera tal que resulte no lo que quieras, sino lo que es.

Mucho trabajo, si, muchísimo. Incluyendo aquello de dolores terribles en los pies, ampollas, dietas, alcachofa, migrañas, abdominales, dolor de huesos y cuidando de no caer en lesiones (no, no, no...eso ni en broma). Pero desde Enero estoy lista para ser una willy, es decir "una campesina convertida en espíritu danzante", así que lo estoy disfrutando desde el primer ensayo y aprendiendo todo lo que pueda aprender.

Mañana, por supuesto, continúan los ensayos.
Yo: lista...respira profundo y felíz.

paz.

08 junio, 2008

en primera posición

Debo reconocer algo importante: tengo el mejor trabajo del mundo.
Es posible que suene un poco arrogante, pero es así, tengo el mejor trabajo del mundo.

Las últimas dos semanas han sido de muchos ensayos en escenario y funciones, lo cual me convence una vez más que esa mezcla de luces, tablas, zapatillas, escenografías, vestuarios, maquillajes, giros, saltos y muchas y cambiantes energías en un espacio donde por algunos minutos confluyen todos estos elementos en pro del arte, definitivamente me encanta.

Soy bailarina y lo amo. Desde siempre quise serlo.

No es una profesión conocida como tal, al menos no en mi país. Si vas al banco u otro ente a llenar una planilla, en la parte donde seleccionas tu profesión, debo optar por chequear "Otros" ya que en ningún lado la opción de "Bailarina" o en todo caso "Artista", existe. A veces me han preguntado "¿qué haces?" y repondo que soy bailarina de ballet, para recibir respuestas como: "ahh...y ¿qué más haces?" o "¿eso es todo?".

Pero sí, bailo. Y de eso vivo.
No porque sea lo que me paga las cuentas y comidas del mes (que no es mucho decir, por cierto) sino porque si no bailara, sencillamente no viviera. Siguiera una vida monótona, cumpliendo los deberes y las labores que le den una posible razón a mi vida.

Pero bailo.
Porque siento que sin la danza no soy yo.
Porque lo necesitan mis huesos, mis músculos, mi mente y mi espíritu. Porque mis energías se equilibran cuando danzo, cuando estoy en el escenario, o en las salas de ensayo. Porque puedo transformarme cuando me convierto en el personaje que me exigen ser.
Porque mis energías me llenan de ganas de movimientos y de sentir con intensidad a través de ellos.
Bailo, porque sabiendo hacer otras cosas, quiero seguir bailando.

Bailo, porque no vivo para bailar, sino que bailo para vivir. Así sea.

paz.

début

Pensé que tardaría menos en iniciar esto.
No se que esperaba, hasta que Calzadilla me dijo a través de sus líneas: Escríbelo. Sólo escríbelo...

Creo que así sucede casi siempre con la vida. Esperamos que algo suceda, que algo nos diga cuando es el momento justo. Supongo que (según dicen), ahora siempre es el momento justo. Y no debe ser desacertado. Eso lo aprendí hace mucho tiempo. La vida se va así de rápido sin
uno darse cuenta, y es mejor vivir el ahora...bueno si, hay que pensar en el después, pero sin preocuparse por él, que de todos modos igual aparece.

Alguien me dijo una vez que el futuro es incierto, nunca se sabe qué viene con él, así que mejor escribo. Sea lo que sea, salga lo que salga, escribo. A ver que viene con él.