Me di una semana y aun en ella estoy.
La semana me regaló una mejoría muy esperada y no planificada en mi tobillo. Son excelentes noticias. Me trata bien la semana.
Me regala también un nuevo reto: Pas de Deux de Corsario.
Creo que he tenido esa música de Drigo impregnando mi espíritu desde mis días en la escuela.
Ella, una princesa sobria, altiva y elegante. Él, un esclavo enamorado, dispuesto a servirle, solo por amor. Bonito para ser un cuento o un ballet, no aplica en la realidad...pero por eso bailo.
Ayer logré pasarlo completo por primera vez y aunque aun el peroneo molesta a ratos, parece que a él le gusta el pas de deux también porque no se quejó sino sólo después de sentarme agotada y aun acelerada por mi alegría del ensayo y de tener dos ampollas en mis dedos. Aclaro que no soy fan del dolor, se trata del hecho de que tenía mucho tiempo sin usar mis puntas. ¡Bailarinas defiéndanme!
Otro regalo: Mercedes en los ensayos.
La misma que me ayudó a ser Moyna, la misma cuya energía empapa la sala H desde la mañana hasta la tarde, con sus correcciones, sus risas, su "te vo'a dar golpe", sus cigarros, su sonrisa brillante, y su insaciable sabiduría del escenario que ella también vivió y sintió. ¿Podría ser mejor? sí, seguramente podría. Pero ahora es casi perfecto, asi que me dejo seducir por Medora, su presencia, su altivez y sus fouettés.
nota al pie: debo admitir que prácticamente me obligué a escribir esto... favor disculpas en caso de aburrimiento o desagrado... (debe ser por el propio)
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