He estado lejos de estas siluetas. No ha sido por falta de inspiración, sino por una incomprensible ausencia de ánimos.
Aquí va mi primera inspiración: soy tía.
El pasado jueves 20 de agosto nació Sarah Marcela.
Hace 8 meses atrás, cuando supe la noticia, me llené de emociones, de expectativas, de ansiedad. Hace tiempo la esperaba y quería desde lo más profundo que fuese niña. Quizá porque me siento tan bien en mi semblante de mujer, o quizá porque me parece que las niñas son más tiernas.
Pero esta ensalada de sentimientos se fueron mezclando aun más a medida que avanzaba el tiempo y crecía la hermosa panza de su mamá.
No pude estar allí cuando nació, no la vi siquiera en el retén de la clínica, no supe de qué modo la alimentó J por primera vez.
Dos días después, la conocí: dormía envidiablemente, en un sueño profundo que sólo los recién nacidos logran y que nosotros los más grandes añoramos.
Su nariz y mejillas sonrojadas, su diminuto cuerpito que crecía y disminuía con cada respiración, su paz, su aura brillante, su pocos y lisos cabellos…todo despertó en mí la sensación foránea y deliciosa de sentirla parte de mi.
La mayor incertidumbre para mi era el cómo-se-siente el hecho de conocer un ser humano nuevo que viene de mi propia sangre. Y la verdad, fue tan inesperado que apenas la tuve en frente, no pude evitar llorar.
Lloré porque apenas la vi, me enamoró. Descubrí cuánto la amo, que llevo ocho meses y un poquito más amándola, y que la seguiré amando por el resto de mis días.
Hermosa -la más hermosa-, mágica, seductora, adorable, angelical, noble, delicada, artística, sosegada, encantadora….
Me enamoré locamente de la criatura más hermosa –insisto- la más hermosa que mis ojos han visto; pareciera que no haría falta ver nada más.
Amé a mi hermano por ser papá, amé a J por ser mamá y los amé a ambos por hacerme tía.
Por estar lejos, seguramente en muchas cosas no estaré presente durante esta etapa, pero hoy tengo una razón más para despertar, para vivir y para sentir.
paz.-
3 comentarios:
Ah!! qué lindos que son los bebés...
Por allá, en mi bitácora, te colgué un post que iba dedicado a una bebita linda de una amiga mía.
Enchochantes, los bebés. Aunque aún no me siento lista para la maternidad...
Paz! :D
hello!!! berna felicitaciones, a mi me encantaria tener un sobrino o sobrina, a quien no se el instinto maternal? a todos yo veo un bebe y casi lloro... =) nos alegran los dias y producen paz.
La paz que me transmitió Sarah es inexplicable, incomparable. Esa sensación...!! aaarrrhhh!!!
Sin embargo, segura sí estoy que aun la maternidad no me corresponde. Vaya qué compromiso de asumir la responsabilidad de un nuevo ser humano en este mundo!
Saludos chicas!
y gracias! soy un tía re feliz!
Publicar un comentario