12 abril, 2010

Good news. Journal post-operatorio VI - día 55

Era un teatro distinto parecido a aquel de Salto pero distinto; mucho más grande, no tenía buena iluminación, su luz tenía un tono ocre y el olor de la sala era una mezcla de humedad y aserrín. Pero no era desagradable ni el ambiente ni el olor.
Ellas completaban casi la hora de ensayo mientras que las tablas se quejaban debido a los años, pero soportaban aquellos saltos como agradecidas por mantenerlas vivas. Yo observaba, puntas puestas, el lugar que debía ocupar, los pasos que debía dibujar, escuchaba los compases que debía explicar. Luego, ella bajó caminó hasta mi, me tomó de la mano y subiendo unos cinco escalones estaba sobre el escenario.
"Entra ahí, tú sabes lo que debes hacer" - y lo sabía, me lo decía, pero incluso los propios errores y defectos se involucran en nuestros sueños, y en este caso la terquedad y la curiosidad se juntaron para experimentar mis tobillos con las puntas mientras marcaba los pasos.
Y molestó.
¿Y si sabía lo que debía hacer, por qué no lo hice?


Día 55 y se siente fuerte.
No perfecto y no lo pretendo a menos de dos meses de la cirugía, pero poco menos de casi perfecto. Good news. Bonnes nouvelles. De 15 más que debí continuar, llevo cumplidas 9 terapias, en las que los pliés se logran con dificultad grado 1 y los relevés se hacen con dos y una pierna. Plus bonnes nouvelles. Aun no corro, ni salto pero sigue la paciencia merodeando y bienvenida, además "yo se lo que debo hacer" y eso es no apresurarse.
Algo que he entendido durante este proceso es que me satisface y tranquiliza darme cuenta que siempre tengo un modo de saber qué hacer y por dónde ir.
Quizá la fuerza que he logrado recuperar en mis tobillos viene de otra que la estoy consiguiendo por allá adentro.
Irónico que para eso hacía falta reposo.


paz.-

4 comentarios:

marichuy dijo...

Hola Berna

Me gustó el tono de este diario de una evolución, de un alivio. Qué duro debe ser para alguien que tiene en sus pies uno de sus mayores tesoros, tener que quedarse un tiempo quieta. Lo importante es, coincido contigo, descubrir que mientras la fuerza física se recupera lentamente, por dentro es posible desarrollar una fortaleza aún más importante.

Un abrazo

Lulu dijo...

Uh! No es irónico!
Es taaaaan lógico....
... la nada es el todo.

Nada de tí en las tablas, te ha hecho una "tú" total.

El todo, es la nada.

La totalidad de tí, ahora, sólo puede ser lógica si llegas a ser una "nada" de tí (la "de tí" vieja) en las tablas.

La nada, es el todo. El todo, es la nada.

¿Viste?

[ berna ] dijo...

aayy mi lulusa! me has dejado leyendo eso del todo y la nada y el todo y la nada....y el todo... y la nada...
ya va..
ya te respondo..

todo...

nada...

[ berna ] dijo...

marichuy:
sabes, fue un proceso importante el de asumir que debía operarme -supe el diagnóstico en agosto y fue hasta febrero que dije "basta, cirugía conmigo"-
sin embargo, debido a que he tenido que comenzar de nuevo a usar mis tobillos, la etapa post operatoria ha sido un "re descubrir" desde la forma de caminar, pasando por pasos de ballet y hasta lograr conocerme a mi misma sin la danza. Si acaso es posible, porque de la mente no se me sale. jeje
Recomendaría entonces: "Reposos obligados para entenderse un poco mejor"

otro abrazo!



Lulú:
después de unas diecisiete lecturas, y la aplicación de códigos de la lógica matemática, (pues si, aprendí eso una vez) entendí.
Algo o mucho de cierto debes tener en lo que dices, la cuestión es: si yo me siento "total" en las tablas, y "nada" sin ellas, ¿cómo es que descubro mi "totalidad" sin "nada" de tablas? ¿Será que necesitamos desprendernos de nuestras "pasiones" para entendernos en nuestra versión más pura que sería la verdadera?

mmm.. no lo había pensado asi..

un besote mi Luluciernaga!!