Con nada (o mucho) en mente

Tengo ganas de escribir y no se sobre qué.
Afuera llueve (amo la lluvia) y últimamente ha hecho mucho frío en esta ciudad (disfruto el frío).
Hoy comenté algo y seguidamente recibí un reproche respecto a una queja que hice de este país.
Amo mi país. De eso te percatas cuando sales de él. Lo normal.
Me encanta la ciudad en la que vivo, me gusta su ritmo, su vida y la vida que en ella llevo. La disfruto...la vivo. Con sus malos olores, sus asaltos (hoy le robaron la cartera a una mujer que se sentaba a mi lado en un café), su estrés, pero también con sus museos, su energía, su gente bizarra y de diferentes estilos, su como-debes-ser-para-sentirte-bien-aquí.

Que me gustaría dejar estas tierras por un tiempo (ya sea largo o corto), sí. Que he soñado desde adolescente en vivir en otras latitudes, sí. Que estoy dispuesta a dejar la seguridad que aquí pueda tener para crear nuevas seguridades, sí. Que seguiré conociendo el mundo, sí. Pero ello no me hace infelíz en esta geografía cercana al ecuador y al Mar Caribe.

Odio cuando la gente se queja de lo que aquí tienen. Reprocho todo acto de "que mierda este país". Así que no se ni por qué me quejé hoy. Acepté el reproche, como si me lo hubiera hecho yo misma. Pero definitivamente, las cosas sí pueden ser mejor (mientras la GENTE y no el gobierno, quiera)
O quizás, no. Debe ser aquello del equilibrio de la vida, como dicen algunos.

Afuera sigue lloviendo y sigue haciendo friíto, ese que disfruto tanto. Lástima que no pueda ver la luna esta noche, debe ser por eso que no se sobre qué escribir.
Además, arriba dejé una foto que me gusta mucho y no ilustra para nada lo que me salió en esta entrada.
Bon soir!

paz.-