05 octubre, 2009

Abstinencia

A veces te prefiero ausente, sin la ilusión de tu mirada, sin la sensación de tu llegada, sin el olor que percibo detrás de tu oreja. Sin el frío de mis pies.
A ratos te prefiero silente, sin el orgullo de tu filosofía, sin el rastro del aire que respiras, sin las palabras que no dices. Sin mi agotada sapiencia.
Y sigo y te prefiero omitido, como un recuerdo vano, como el camino no recorrido, como la decisión prescindida.
En ocasiones te prefiero lejano, sin la ansiedad de tu presencia, sin la seguridad que emanas, sin tu traslúcida coraza.
En mi pensamiento, te callo y te escondo.
A veces, sólo a veces, deseo obviarte, postergarte.
Y reservarme la evocación de tus manos en mi cintura.
Y alejar el deseo de pintarte sonrisas. Y olvidar el ruido de mi cama oxidada.
Pero hoy no quiero.
Hoy simplemente me abstengo de ti.

2 comentarios:

Lulu dijo...

Cuando uno deja que lo que siente se haga presencia, se libera infinitamente...

Te dejo un abrazote! :D

Anónimo dijo...

sin palabras......
aun no hablaba cuando sentí la primera ausencia !!!

Lulu....sabe !!!!. hoy