Si los cuento van 28, pero hoy es 17 asi que cuento un mes.
Un mes. Lo repito y no me lo creo.
(tiempo éste que pasa "volando")
Un poco contradictorio, considerando la cantidad de gotitas de paciencia que me he tenido que tomar, las únicas dos veces que se me agotó y no conseguía el frasquito, las mañanas y tardes que se me fueron leyendo, escribiendo tejiendo y descubriendo quien sabe cuantas cosas en internet.
La fisiatra me recomendó que considerara este tiempo como "vacaciones", pero de verdad que sin paseos, frío, playa o vino, estas no son vacaciones!
Sin embargo de todo hay que aprender en la vida y aunque todavía no quería contabilizar lo que "he aprendido" con la cirugía, el reposo y la rehabilitación me ha provocado dejar algo, para recordar más adelante, cuando este presente que relato sea un pasado que existió para poder ser mejor persona, mejor bailarina, mejor mujer.
1- ¿Cómo explicar lo de absorber la paciencia? Sólo podría decir "ten paciencia", porque no se cómo es que la he abordado yo misma. O si, pensando que todo tiene su justo momento (y cada vez estoy más convencida de eso) hago lo que en ese momento esté a mi alcance y me provoque, y no lo que HAY que hacer porque no hay tiempo de más nada. Denominador común.
2- La rutina es necesaria, no una estricta porque no la soportaría por mucho tiempo, pero un orden de vida mantiene la mente dentro de un espacio organizado y por lo tanto, tranquilo. Así cualquier alteración puede ajustarse a dicha rutina, o viceversa.
3- Tantas horas, días y años en la danza me han permitido estar realmente consciente de mi cuerpo. Lo noto en las terapias: las personas normalmente no atienden ni entienden los movimientos que deben hacer, sin embargo, me llama la atención que nosotros los que danzamos, los que trabajamos con el cuerpo, estamos en un gremio donde abundan los fumadores, bebedores, los desórdenes alimenticios y los escasos tiempo de descanso.
4- Querer sí es poder. Cada día me sorprendo de lo que he avanzado. Sí lo esperaba pero no tan pronto, y pues pronto es. El peligro de esta fase es que me encuentro en el punto preciso donde creo que ya estoy tan bien que puedo lanzarme y algo pueda fallar. Pero ....
5- Soy inteligente. Ahora escucho mejor lo que mis tobillos me dicen, así que no me dejaré engañar por el diablillo que se me posa sobre el hombro derecho (sí, el derecho, porque el izquierdo es el lado des-ostrigonado)
6- Muy bonito todo esto pero no me engaño, definitivamente sí extraño mis puntas, mis tendus, mis saut de chats, mis variaciones, mi pelear con el espejo, mi afanarme por las piruetas y los fouettés, el piano, la sala, la música...
Lo extraño. Lo necesito. De verdad.
(y cuánto más)
1 comentario:
Pronto, pequeña, pronto podrás con tus pliés, tus tendus, tus sauts de chat y lo que sea que requieran tus rutinas...
... por los momentos, templanza. Desapego. Que no es lo mismo que indiferencia. Es simplemente observar que la vida es una rueda: si hoy te gusta, acéptala, pues al girar cambiará. Si no te gusta, acéptala, pues al girar cambiará.
Todo pasa... y todo queda... como diría Machado en su poema. ;)
Un abrazote, mi hojita de abedúl!
Publicar un comentario