13 febrero, 2009

Neige à Orly

Hoy me despido.
A esta hora debía ya estar embarcando en el aeropuerto de Madrid en el avión que me llevaría rumbo a Caracas. Pero por razones que desconozco, el vuelo fue cancelado y será mañana a esta misma hora que embarque.
Ya me había preparado para partir y, aunque no quisiera dejar Paris (o acaso es ella quien no quiere que me vaya) ir a casa es un alivio. Debo admitirlo. Pero un día mas no está mal.
Ayer fue perfecto despedirme de la Torre, de la ciudad, sus calles, sus aires, sus desnudos árboles, sus ancianos edificios, sus museos, sus teatros. Hoy, al amanecer, la nieve cubrió todos los espacios que pudo. El aeropuerto estaba blanco.
Asi me despedía de París.
Pero supongo que a París no le gusta las despedidas, y me dejó un día y una noche más a ver que me ofrece.
Ya mañana regreso. Vuelvo a escribir en mi cálida tierra.

paix.bisous

paz.-

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